Si bien este año estuvo cargado de dificultades e incertidumbre, la Secretaría de Posgrado apostó a ir siempre hacia adelante, al igual que el Doctorado en Arqueología. La virtualidad pasó abruptamente a ser la modalidad que permitió mantener activas las actividades de nuestro Doctorado, al punto que en Abril de este atípico año se realizó la defensa de la tesis doctoral del Arqueólogo Marco Giusta. No es menor remarcar que fue además la primera defensa de una tesis doctoral totalmente virtual en el ámbito de la Universidad Nacional de Tucumán.
Durante este año tuvimos la fortuna de incrementar casi un 50% el número total de doctorandos que eligieron nuestro Doctorado, los cuales son en su mayoría alumnos locales egresados del grado de la Carrera de Arqueología, aunque también se incorporaron otros provenientes de Salta, Córdoba e incluso de Santiago de Chile.
Adaptándonos a la situación de la pandemia, durante el segundo semestre el Doctorado en Arqueología organizó el dictado de dos cursos de posgrado virtuales a cargo de los doctores Andrés Troncoso de Chile (en Octubre) y Andrés Laguens de la Universidad Nacional de Córdoba, el cual se encuentra en desarrollo con más de 60 inscriptos.
Podemos decir con seguridad que los desafíos de este año anómalo y adverso fueron superados gracias al empuje de todo el Comité Académico de nuestro Doctorado en conjunto con el valioso apoyo de todos quienes integran la Secretaría de Posgrado de nuestra Facultad.
Es imposible predecir cómo podrá ser el próximo año, pero sí podemos decir que afrontaremos el 2021 con el mismo espíritu de superación y esfuerzo que en este 2020 que va finalizando.