Como no desearía aburrir a quien pacientemente leen estos devaneos míos, paso a enumerar mis hobbies: Leer las novelas de Isabel Allende, artesanías varias, jardinería de cactus y suculentas, elaboración de aceites esenciales (con los cuales preparo cremas, ungüentos medicinales, jabones, etc.) …Y obvio, lo que más me atrapa en este momento que escribo son las máscaras que, si bien comenzaron siendo seudo venecianas, ahora se diversificaron en autóctonas, conmemorativas (ver fotos).
En síntesis: La docencia es decencia y mi pasión. Sin embargo, en el cálculo costos/beneficios, creo que deberé hacer lo que predico: ser más prudente. El arte es mi pasión y mi docencia, pero aquí deberé también encontrar el justo medio entre el exceso (orgullo) y el defecto (humildad). Entre máscaras y pizarrón, la última palabra en mi vida “aún no ha sido dicha…”