El trabajo de investigación de la beca postdoctoral estuvo centrado en el análisis geoquímico de areniscas y pelitas de la sucesión neógena aflorante de una cuenca intracratónica, posicionada entre el borde suroriental de la Puna y las Sierras Pampeanas Noroccidentales. Se pretendía encontrar una señal geoquímica en los sedimentos neógenos que permita caracterizar los principales eventos sedimentarios, volcánicos y tectónicos en este sector del borde andino y que pudiera también servir de herramienta de correlación entre cuencas de igual edad. Para ello se procesaron más de un centenar de muestras mediante espectrometría de plasma inducido de emisión atómica (ICP-AES) en la medición de los elementos mayoritarios (Al2O3, CaO, Cr2O3, Fe2O3, K2O, MgO, MnO, Na2O, P2O5, SiO2, TiO2) y la espectrometría de masa (ICP-MS), de mayor precisión para los elementos minoritarios y trazas (Ba, Ce, Cs, Co, Cu, Dy, Er, Eu, Gd, Ga, Hf, Ho, La, Pb, Lu, Nd, Ni, Nb, Pr, Rb, Sm, Ag, Sr, Ta), en el Laboratorio ALS Chemex (Sparks, Nevada, USA). Asimismo, los resultados fueron comparados con la geoquímica de las rocas en las posibles áreas de aporte para aislar el factor roca madre en los análisis de procedencia.
Esta enriquecedora experiencia ha sido complementada con viajes de campo a los numerosos parques nacionales del sur de Utah, que son reservas indígenas de los Navajos. La majestuosidad de afloramientos y la magia de los lugares sagrados dejaron una impronta profunda y perdurable en el alma. La ciudad de Salt Lake City, capital de Utah, está ubicada en un desierto de altura (1.300 m s.n.m.), rodeada por las aguas densas del Gran Lago Salado y los picos nevados de las Wasatch Mountains. Es la sede central de la Iglesia Mormona y alberga el majestuoso Templo de Salt Lake City del siglo XIX y la iglesia neogótica Assembly Hall. Los lugareños me recomendaban que si quería conocer al norteamericano promedio debía salir de Utah, y realmente tenían razón. A una ciudad ya organizada al extremo se sumó que fue sede de los XIX Juegos Olímpicos de Invierno 2002, por lo que durante mi estadía dieron vuelta literalmente algunos lugares para su acondicionamiento.
A toda esta intensa experiencia debo mencionar que nació mi hija Luana en el Hospital de la Universidad de Utah en octubre del 2000, con lo que puedo decir que pude conocer desde otra perspectiva la estancia de becaria postdoctoral externa. El regreso en septiembre de 2001 fue convulsionado, apenas 4 días antes del atentado de las torres gemela. Gran parte de lo recopilado en los dos años de estudio que cabían en 4 cajas grandes de bibliografías, álbumes de fotos y demás recuerdos venían por correo postal junto al viaje de regreso. Por motivos de seguridad requisaron todo, llegaron sólo dos cajas con todo el material revuelto…..las otras dos se perdieron en el camino en el desdichado proceso. Experiencias intensas si las hubo.